Con aproximadamente 1.500 nuevas extensiones en la parrilla de lanzamiento. Vigilar y gestionar las miles de variaciones de un dominio se convierte en un auténtico reto para el que pocos están preparados.
Entre 2013 y 2014 está previsto que se aprueben aproximadamente 1.500 dominios. Algunos de ellos como .home o .app han levantado una gran expectación como también lo han hecho los dominios geográficos tales como .barcelona, .madrid, .nyc (Nueva York) o .miami. Nadie sabe exactamente cómo cambiará este hecho el panorama de los dominios. Sin embargo, la mayoría de profesionales y empresas del sector estamos de acuerdo en que estos cambios nos llevarán a una nueva etapa en el mundo de los dominios y las marcas digitales.
La mayor variedad de opciones pretende poner solución a la «escasez» creciente de dominios de una cierta calidad para su uso como marca. Por otra parte, la gran cantidad de extensiones disponibles (cada una con sus requisitos y políticas propias) complica notablemente la tarea de las empresas propietarias de una marca a la hora de decidir qué dominios conviene asegurar así como de tramitar su registro y realizar las gestiones correspondientes.
Para afrontar una parte de esta problemática, ICANN ha creado la denominada Trademark Clearinghouse, un registro centralizado donde los propietarios de la marca podrán inscribir sus derechos sobre la misma. De esta forma, las empresas que lo desean sólo deberán proporcionar la documentación relativa a la marca una vez ya que todas las entidades responsable de gestionar los nuevos dominios comprobarán si la marca está registrada en el Trademark Clearinghouse para asignar un dominio en los denominados Sunrise Period (Periodo de registro preferente para titulares de marca).
Adicionalmente, Trademark Clearinghouse incluye un servicio de notificación que avisa a los propietarios de una marca de los posibles dominios registrados que puedan vulnerar sus derechos. También, aparecen nuevos mecanismos de protección de marcas adicionales como la URS (Uniform Rapid Suspension) que permite cancelar rápidamente dominios que infrinjan los derechos de una marca proporcionando una solución más económica a problemas como la ciberocupación, el phishing o la suplantación de identidad.