Aunque parezca extraño, perder el control sobre un dominio es un problema más común de lo que podría parecer. La prueba la constituyen las peticiones de ayuda que recibimos a través de nuestro servicio de recuperación de dominios.
En Naming Digital recibimos frecuentemente consultas de personas y empresas que han perdido su dominio y desean recuperarlo. Detrás de cada consulta podemos encontrar situaciones muy diferentes: problemas con un proveedor, discusiones con un socio o errores al tramitar la renovación del dominio son algunas de las más comunes.
Recuperar el dominio puede implicar tener que iniciar un trámite legal o incluso plantearse una compra del dominio. Si comparamos estos trámites con la simple renovación de un dominio, nos encontraremos con que el coste es muy superior en lo que respecta a tiempo como en dinero.
Evitar este tipo de situaciones y tener que enfrentarnos con la pérdida de un dominio y todo lo que esto representa para nosotros (servicios de correo, web y la imagen de marca que hayamos construido) puede ser tan sencillo como asegurarnos de que los contactos asociados al dominio son correctos.
Los contactos de un dominio son algo parecido a la información que puede aparecer en un registro de la propiedad. Los contactos determinan quién es el titular del dominio pero también quién está autorizado a realizar gestiones relacionadas con el mismo. Y aquí se encuentra el origen de la mayoría de conflictos o errores de gestión que desembocan en la pérdida del dominio: mientras que la importancia del contacto titular es conocida, a menudo se desconoce que el contacto administrativo tiene, para la mayoría de extensiones, poder para tramitar cualquier gestión del dominio.
La gestión del dominio incluye la capacidad para renovar un dominio, modificar sus contactos (incluyendo el titular del dominio) o transferirlo a otro proveedor. Lo que es lo mismo el contacto administrativo tiene el control total del mismo.
Por ese motivo, es muy importante asegurarnos de que como contacto administrativo constan los datos de una persona de confianza (o un rol genérico dentro de nuestra empresa) y revisar periódicamente que esta información está actualizada. De esta forma, garantizaremos nuestro control sobre el dominio y evitaremos sorpresas desagradables.
Alberto, excelente articulo como de costumbre. Casualmente hoy envie un e-mail a un cliente explicandole la importancia de tener su nombre/email en el contacto administrativo. La persona que le maneja el website, lo cambio a su nombre y esto no es aconsejable. Voy a enviar el link de tu articulo a mi cliente. Saludos, y gracias.